Descertificación de EE.UU. a Colombia: posibles impactos para las Fuerzas Militares

Gustavo Petro en un discurso hablando de la descertificación y lanzando duros cuestionamientos a Donald Trump, presidente de los estados Unidos. Foto captura video de la rueda de prensa.

El gobierno de los Estados Unidos hizo pública su decisión de incluir nuevamente a Colombia en la lista de países "descertificados" en la lucha contra las drogas, una situación que no se presentaba desde hace 28 años. El motivo principal señalado por Washington es el
crecimiento acelerado de los cultivos ilícitos y la aparente falta de interés del Gobierno colombiano en combatir el narcotráfico.

Pero, ¿Cómo afectaría esta decisión a las Fuerzas Militares de Colombia?

La respuesta inicial se encuentra en el mismo documento de descertificación, donde, de forma diplomática, se reconoce y agradece el trabajo conjunto con las autoridades colombianas en la lucha antidrogas. Además, se aclara que Colombia seguirá recibiendo asistencia militar y de seguridad, gracias a la aplicación de una exención por interés nacional, lo que excluiría, en principio, sanciones directas a los programas apoyados por EE.UU.

Sin embargo, las declaraciones del presidente Gustavo Petro el 16 de septiembre encendieron las alarmas. Durante una alocución, el mandatario aseguró que "se acabó la dependencia del Ejército y las Fuerzas Militares del armamento gringo", en alusión a los Estados Unidos. En caso de que esta confrontación diplomática escale a medidas punitivas, los efectos sobre las capacidades operativas de las Fuerzas Militares serían significativos.

Capacidades que se verían comprometidas

1. Operaciones antinarcóticos en Policía y Ejército
Estados Unidos financia una parte sustancial de las operaciones aéreas contra el narcotráfico, especialmente a través de helicópteros donados o cedidos en concesión, así como inteligencia de alto valor. Un eventual retiro de ese respaldo comprometería directamente estas misiones.

2. Restricción a equipos de origen estadounidense
Más del 90 % de las plataformas aéreas de la Fuerza Pública son de origen estadounidense. Un eventual bloqueo al mantenimiento y suministro de repuestos dejaría en tierra una gran parte de la flota en pocos días. Equipos como los C-130 Hércules, Boeing 737, KC-767, King Air 350 y Cessna Grand Caravan —usados en transporte, evacuación médica e inteligencia— quedarían inoperativos.

3. Reducción de capacidad de vigilancia aérea
El sistema de defensa aérea nacional depende en gran medida de radares fabricados por Lockheed Martin. Un corte en la cadena de suministros afectaría la operatividad de estos sistemas críticos en cuestión de semanas.

4. Bloqueo al contrato por el Gripen
El avión Gripen, seleccionado por Colombia para reemplazar los Kfir, incorpora componentes clave fabricados en EE.UU., como el motor F414-GE-39E de General Electric. Una sanción impediría legalmente su venta sin aprobación del Congreso y el Departamento de Defensa de EE.UU., lo que haría inviable la operación en el corto plazo.

5. Pérdida de acceso a sistemas espaciales
La Fuerza Aeroespacial Colombiana no cuenta con capacidad independiente de monitoreo satelital de alta resolución. Estos servicios se adquieren principalmente a proveedores estadounidenses. Una suspensión de estas alianzas afectaría el monitoreo de recursos naturales y la respuesta a emergencias ambientales.

Un escenario que exige claridad estratégica

Aunque por ahora las capacidades militares no se verán afectadas directamente gracias a la exención por interés nacional, el tono creciente del discurso político podría tener consecuencias operativas reales si se rompe el equilibrio diplomático. Más allá del debate político, Colombia debe evaluar con urgencia un plan de contingencia y diversificación de proveedores, así como una estrategia de autonomía tecnológica progresiva, si quiere mitigar riesgos en su seguridad y defensa nacional.

The Aviator Daily


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